Gracias Totales.
En esta ocasión no quiero mencionar de los frustrantes acontecimientos del 2015 en nuestro país ni del mundo, hoy solo quiero agradecer a todo el equipo de iWeyRadio.com por la confianza que me han brindado al invitarme a escribir un poco de lo que sé que muchos pensamos, pero no decimos. Mi primera participación fue un Recuento de los daños del 2014, mucho me temo que el panorama a grandes rasgos sigue siendo el mismo.
El 2015, sin duda alguna (al igual que todos los años), ha sido un va y ven en muchas formas para todo el planeta y mi vida personal no ha sido la excepción. Desde encontrarme con el amor de mi vida, hasta quedar desempleada de mí trabajo regular, por eso, en esta ocasión he querido hacer una retrospectiva de lo que la vida misma significa para mí.
Sé que estoy a punto de ser una de las miles de personas que le escriben a la vida, bajo riesgo de convertirme en una copia barata de Paulo Coelho; el sentimiento que me ha dejado este año que llega a su fin ha sido el de amar y agradecer. El vivir se ha convertido en un sentimiento y ya no tan solo en una condición, es decir, el saber que el corazón no solo late para que mi sangre fluya, si no que cambia su ritmo cuando veo a aquel a quien amo trabajar y amar su trabajo, cuando veo a mis hijos en sus pequeños pero muy importantes triunfos, cuando miro al ser humano ser parte de algo más que ellos mismos, cuando soy capaz de enorgullecerme de mí misma por mis logros.
Hoy procuro que mis pasos sean certeros sin importar el tamaño, dejar huella con mis letras y poner 2 granitos de arena para un mundo mejor. Jamás he estado en peligro de muerte, ni he tenido experiencias traumáticas donde sienta que la vida se me acaba, sin embargo, creo que cada día que comienza es una segunda oportunidad que tenemos de manera indefinida, no sabemos si ése sea nuestro último día.
Para este año que comienza con las esperanzas renovadas, deseo para mi raza que es la humana, la visión del respeto para que seamos nosotros, los de a pie, quienes cambiemos este mundo que aún se puede salvar, que los propósitos de año nuevo no sean solo individuales y que los podamos hacer extensivos para, con nuestra comunidad y la gente que nos rodea, que la empatía sea un sentimiento que rija su vida para que el dolor ajeno no siga siendo indiferente y sin el afán de llegar a lo cursi que sea el amor propio el que permanezca siempre.
BIENVENIDO 2016.
Por Romyna Pineda. @RomynaPineda